A los señores y señoras que
están en el Congreso Nacional y en la Corte Suprema de Justicia.
Sin perder el camino que
iniciamos el lunes 25 de febrero en esta gesta que hemos llamado Caminata por
la Dignidad y la Soberanía Paso a Paso, hoy seis de marzo entramos a
Tegucigalpa, en actitud silenciosa y activa, al igual que desde hace siglos ha
sostenido el pueblo hondureño, con la que ha resistido a la explotación y la
barbarie.
Con el silencio nos plantamos
inconformes ante el ruido de la politiquería que ahoga a este país. Con el
silencio renovamos nuestro compromiso personal para hacer de la lucha la forma
de vida que nos da esperanzas, valor, alegría y fuerza. Con nuestro silencio
hacemos un dolido homenaje a nuestro hermano de esperanzas y rebeldías Hugo
Rafael Chávez Frías, gran latinoamericano de todos los tiempos.
Hemos recorrido cientos de kilómetros
mirando los detalles de esta Honduras que amamos y respetamos. Nos encontramos
rostros, palabras, árboles, piedrecitas, viento, sol y ríos. Pudimos ver con
detenimiento su honda belleza verdiazul y su avanzado deterioro en el paisaje
talado, reseco, lleno de basura producida por el consumismo; recorrimos la piel
de la pobreza que se ha profundizado en los cuerpos de las mujeres, de los
niños y niñas, de los hombres.
Decidimos caminar porque nos
mueve la indignación y la impotencia provocada por la determinación de quienes
mal administran los bienes de la patria y la siguen entregando al gran capital
nacional y extranjero. Con el argumento de un supuesto desarrollo han
dilapidado históricamente la riqueza que produce este pueblo trabajador y
noble. Ha sido la corrupción y la impunidad la que ha provocado riquezas para
la clase dominante en contubernio con compañías mineras, bananeras y la
industria maquiladora que ha esclavizado a la clase trabajadora del país,
especialmente a las mujeres obreras.
Nos mueve a caminar el amor
por esta tierra y nuestro empeño en su radical transformación económica, social
y política que sólo se concretará cuando se considere al ser humano y a las
comunidades de los distintos territorios de nuestro país como protagonistas de
su propia historia.
Con la fuerza antigua de
nuestros propios pasos, los compañeros y compañeras que no están aquí, pero nos
acompañan, EXIGIMOS:
1.
Que se derogue la
nueva ley de minería, la reforma constitucional y las leyes que ponen en
vigencia las “Regiones Especiales de Desarrollo”, que conocemos como ciudades
modelo, y la ley de modernización del sector agrícola. Estos instrumentos
jurídicos desconocen el rechazo de nuestras comunidades, quebrantan la
soberanía y dignidad nacional y provocan degradación ambiental, persecución y
muerte en todo el territorio.
2.
La cancelación de
las concesiones mineras, de los ríos y todas las aguas nacionales porque genera
una irreparable pérdida del patrimonio económico, cultural y ecológico, nos
oponemos al desplazamiento de nuestras poblaciones, la militarización,
represión y violación al derecho a la libre determinación, la soberanía
nacional y nuestras vidas.
3.
Demandamos que la
Corte Suprema de Justicia ordene la libertad inmediata para el compañero José
Isabel Morales López, campesino del Bajo Aguán y miembro activo del Movimiento
Campesino del Aguán (MCA), condenado por un homicidio que no cometió y juzgado
por un tribunal que irrespetó todos los derechos y garantías del debido proceso
legal.
4.
Que se detenga la
criminalización de la lucha agraria y la de todos los movimientos sociales,
acompañada de procesos de militarización intensiva en los territorios. Que se
revisen y anulen los procesos penales abiertos en contra de cientos de campesinos
y campesinas acusadas por reclamar un pedazo de tierra y se investigue el
asesinato de al menos 92 compañeros.
5.
Exigimos que el
Congreso Nacional desengavete y apruebe la propuesta de Ley de Transformación
Agraria Integral que hace meses le entregó el movimiento campesino hondureño.
6.
Exigimos el
respeto y la aplicación efectiva del Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos
Indígenas y Negros de la Declaración de la ONU sobre Derechos de los Pueblos
Indígenas.
7.
Las mujeres y feministas de este país estamos
hartas de la violencia contra las mujeres y el crecimiento de los femicidios. Basta de indiferencia judicial, de misoginia institucionalizada y de impunidad,
exigimos el respeto a los derechos humanos, económicos, sociales, culturales y
sexuales de todas.
Desde esta Caminata enviamos
un abrazo enorme y solidario al pueblo venezolano en esta hora de duelo, y les
llamamos a fortalecerse para enfrentar la embestida oligárquica venezolana e
imperialista y defender su revolución Bolivariana, con el pensamiento, la
construcción y el ejemplo del compañero Hugo Chávez.
Con esta Caminata damos un
paso potente en la articulación de los movimientos sociales en lucha, haciendo
más profundas las estrategias por la defensa de nuestros territorios y
derechos. Volvemos unidos y unidas para hacer crecer la esperanza y la fuerza
desde la acción colectiva.
Por la dignidad contra la impunidad
Con la fuerza ancestral de Lempira, Iselaca, Mota,
Barauda, Satuye se levantan nuestras voces que claman justicia y dignidad
Con la fuerza que nos brinda el dios de la vida
rogamos y demandamos justicia
La tierra no se alquila ni se vende, se recupera y
se defiende
Sin feminismo no hay socialismo
MADJ, COPINH, PLATAFORMA
AGRARIA REGIONAL DEL AGUÁN, OFRANEH, MOVIMIENTO FEMINISTA, FNRP-COLÓN,
ERIC-RADIO PROGRESO, AIDEVISH, CONVERGENCIA REFUNDACIONAL, MOVIMIENTO DE UNIDAD
DE EMPRESAS AGRÍCOLAS DE SANTA BÁRBARA, CNTC,PRO,FNJR, ADEP, VIA CAMPESINA DE
AGUA BLANCA, EMPRESA DE PRODUCCIÓN AGRICOLA 20 DE AGOSTO DE TRUJILLO COLON,
TRIBU TOLUPAN DE YORO.