Nos sumamos al rechazo de la PM y sus fines ocultos al servicio del poder, por lo tanto manifestamos:
1.- Que rechazamos no sólo que se eleve a rango constitucional la Policía Militar, sino también la creación de esta estructura que viene a endurecer la militarización de la sociedad expresada en el avasallamiento mediático, cultural, político y social como mecanismo de control ciudadano, que además criminaliza las luchas sociales y políticas y atenta al respeto de los derechos humanos y civiles.
2.-La Policía Militar es un atentado a la policía civil, a la independencia, soberanía y supuesta superioridad del sistema judicial y fiscal, con funciones paralelas a la policía y al ejército de Honduras y exclusiva del uso del presidente Juan Orlando Hernández quien ha destinado enormes presupuestos para la misma abandonando cada vez más sectores vitales como salud, educación y el INA.
3.- Que la policía Militar es una estructura paramilitar, con el agravante, como es típico de estos cuerpos ilegales, de tener una lógica y función ajena al respeto de los derechos humanos, civiles y políticos y al trato de las complejidades sociales instaladas en el desenvolvimiento del crimen, el cual gira y funciona desde cúpulas de poder oculto con tentáculos en las mismas instituciones militares y policiales y grupos de poder económico y político.
4.- Hacemos un llamado a los y las diputadas que tienen la decisión de oponerse a que la Policía Militar se eleve a rango constitucional que se mantengan y voten en contra de este nuevo acto de Juan O. Hernández, quien impulsa servilmente una de las mayores etapas de violencia capitalista y militar en Honduras. A esos congresistas, les demandamos que no se presten al juego de un plebiscito o referéndum sobre este debate, pues la maquinaria nacionalista recalcitrante y algunos sectores de poder están listos para más fraudes y manipulación de todo tipo que daría como resultado seguro lo que precisamente JOH pretende.
5.- Que se reconozca que el problema de la criminalidad es producto de un sistema económico, social, cultural y político injusto que ha llevado a que Honduras se ubique dentro de los países donde más ha crecido la desigualdad social y económica en este continente, con una población donde el 80% vive empobrecida o en miseria. La dominación y el intenso saqueo implantado en Honduras están diseñados para mantener y reproducir la industria del crimen incluyendo el narcotráfico y el modelo extractivista, concentrador de enormes ganancias y poder. POR LO ANTERIOR LA CRIMINALIDAD Y SUS EFECTOS NO SE RESULEVE CON LA POLICIA MILITAR, NI CON LA MILITARIZACIÓN.
6.- ASPIRAMOS A UNA HONDURAS CON JUSTICIA SOCIAL, ECONÓMICA, AMBIENTAL Y CON ÉTICA POLÍTICA, CON POBLACIÓN SANA, CON ACCESO A LA EDUCACIÓN, TIERRAS, TERRITORIOS, CULTURA, A LA ALIMENTACIÓN Y VIDA DIGNA, CON PROCESOS QUE DESMONTEN LA OPRESIÓN, SAQUEO Y DICTADURAS, QUE POR ENDE GENERARÁ SEGURIDAD CIUDADANA DESDE OTRA ESFERAS Y LÓGICAS DE BENEFICIO PARA EL PUEBLO HONDUREÑO.
Dado en Intibucá, a los 23 días del mes de enero del 2015.
¡Con la fuerza ancestral de Iselaca, Lempira, Mota y Etempica se levantan nuestras voces llenas de vida, justicia, dignidad, libertad y paz!