Desde distintos rincones del mundo, les escribimos nuestra
palabra:
Queridos compañeros y compañeras de COPINH
Con motivo de su próxima Asamblea, queremos compartir con
ustedes estas reflexiones que surgen de la práctica que hemos podido compartir.
1. ¿Por
qué estas reflexiones?
Podría pensarse que al estar lejos físicamente del COPINH, no
nos correspondería hacernos parte de sus debates. Sin embargo para nosotros-as,
lo que suceda con el COPINH, con sus
luchas, con sus logros y con sus dificultades, nos sucede a todxs. Porque somos
internacionalistas y también, porque COPINH es una de las organizaciones que se
ha vuelto escuela en muchos sentidos para los movimientos populares de Nuestra
América.
Es escuela por varias razones: * Porque son de las pocas
organizaciones que han logrado unir en una sola experiencia las dimensiones
anticolonial, anticapitalista y antipatriarcal de las luchas emancipatorias. *
Porque en medio del golpe de Estado y de la dictadura del capital que lo sucedió,
han sabido encender la esperanza con su fortaleza y su dignidad en la
resistencia, en la lucha antidictatorial, por los derechos políticos,
económicos, culturales, sociales de los pueblos originarios indígenas,
garífunas, negros, por los derechos humanos, los derechos de las mujeres y las
disidencias sexuales, y en los esfuerzos por la refundación de Honduras. *
Porque están resistiendo de manera heroica el embate de las transnacionales y
sus megaproyectos. * Porque están cuidando los bienes comunes, frente a la
devastación de Nuestra América. * Porque han seguido impulsando la
desmilitarización y la lucha por la paz en todo el continente. * Porque están
construyendo una forma de hacer política que nos ayuda a pensar en la
posibilidad de crear nuevos mundos dentro del nuestro.
2. Nuestra
palabra.
Quiénes aquí les escribimos nuestra palabra, no lo hacemos
como asesores externos ni como parte de relaciones políticas que se crean y
recrean desde una diplomacia popular. Lo hacemos como compas del COPINH, como
hermanas y hermanos que latimos con cada paso adelante y con cada retroceso que
se logra o se sufre en la lucha. Somos cómplices de sus sueños y de sus
desvelos. Junto a ustedes hemos renacido de muchos dolores bebiendo de la
experiencia de resistencia ancestral del Pueblo Lenca, que han sabido rescatar
y proyectar. Al decir nuestra palabra, nos sentimos parte de estos esfuerzos
para descolonizar no sólo los territorios y las fronteras, sino también los
cuerpos que somos, y nuestras maneras de percibir el mundo. Nuestra palabra
tiene sed de justicia para un pueblo que una y otra vez se levanta del olvido.
3. La
experiencia de COPINH
La defensa del río Gualcarque, río sagrado para el Pueblo Lenca,
es una de las batallas centrales que está librando el COPINH. Esta defensa
frente a DESA, COPRECA, VOITH HIDRO, SIEMENS, FMO (banco holandés) FINNFUNN
(banco de Finlandia) y SINOHYDRO, frente al Estado colonial, a su justicia, a
sus fuerzas represivas, tiene un sentido profundo. No sólo es importante en
términos económicos y materiales, sino también y fundamentalmente, como hecho
cultural: es el ejemplo -peligroso para los poderes mundiales- de un pueblo que
aun siendo consciente de la disparidad de fuerzas, no se deja avasallar en su
cultura, en sus creencias, en su modo de vida. Toda la fuerza empleada no ha
servido para intimidar a este pueblo, a pesar de que hoy duele muertos,
heridos. Toda la fuerza de corrupción no lo ha comprado. COPINH ha sabido estar
a la altura de esa decisión, pagando por eso con la persecución de sus líderes,
con la judicialización de los compañeros Aureliano, Tomás, y de la coordinadora
general Berta Cáceres.
Sabemos que recibieron muchas presiones para dejar esta
lucha, para pactar con el gobierno, para aceptar lo que les ofrecen las
empresas. Sabemos que esta lucha les ha traído debates internos con quienes
prefirieron aceptar lo que ofrecía la empresa o el gobierno, o con quienes
pusieron ambiciones personales por delante de la lucha colectiva. Creemos que
las decisiones tomadas por asamblea en Río Blanco, decidieron una y otra vez
aguantar, resistir, enfrentarse, defenderse. Sabemos que como Lempira, como
Iselaca, como Motta, como Etempica, han elegido luchar, y han puesto la vida en
esta lucha.
Hemos tratado de acompañarlos como podíamos. Llegándonos
hasta allá, multiplicando el mensaje de sus asambleas y la disposición a no
dejarse doblegar. Haciendo de la solidaridad internacionalista nuestro andar
cotidiano.
Sabemos que no es suficiente todo lo que hicimos, porque los
grandes medios de comunicación se dedican sistemáticamente a envenenar las
mentes y los corazones de nuestros pueblos, a regar calumnias, a descalificar,
a intentar que estas luchas pierdan su sentido como ejemplo.
Sin embargo, y a pesar de todo, creemos que la lucha de Río
Blanco se levanta como experiencia para nuestros movimientos populares. Aquí
están. Dignos. Rebeldes. Y esa dignidad y rebeldía, ese coraje de pueblo y
territorio, ha escrito páginas bellas en la historia de nuestra Segunda
Independencia, en las batallas por la descolonización de territorios y culturas.
Parte de esa batalla ha sido la judicialización de líderes
del COPINH y de dirigentes de las comunidades lencas. La persecución judicial,
el invento de causas -que fueron cayendo una a una-, la prisión, buscaban
desgastar a esta lucha, y debilitar a la dirección política, asediada también
por las broncas internas propias de nuestros movimientos, acosados, golpeados,
no sólo por la acción brutalmente represiva del capital, sino por las
agresiones provenientes de la opresión patriarcal.
Sabemos que en estos territorios donde colonialismo,
capitalismo y patriarcado se fortalecen y se refuerzan como sistemas de
opresión, no es fácil sostener una lucha liderada por una mujer. Sabemos que Berta
Cáceres fue hostilizada por muchos medios posibles. Junto a la persecución
judicial se montó un acoso mediático que pretendió criminalizarla,
presentándola como una “mujer peligrosa”, tanto nacional como
internacionalmente. Nada nuevo. El patriarcado y el racismo son funcionales al poder del capital. La
criminalización de los movimientos sociales y de sus líderes es parte del
manual que cumplen los poderosos en todo el mundo. Y si la líder es mujer, toda
la misoginia se moviliza para destruirla. También de estos esfuerzos el COPINH
salió de pie, ratificando a su organización, a su dirección, y respaldando a la
compañera Berta.
Desde nuestros lugares, hemos tratado de expresar nuestro
compromiso, y de decir que no nos extrañan estas maneras de actuar de quienes
piensan que desde los privilegios que reciben, pueden destruir a quienes se les
enfrentan, apelando a los distintos modos de violencia material y simbólica.
En estos procesos de Río Blanco, de
las Zonas Fronterizas, de valles, centrales y de cordilleras o como en Opalaca,
COPINH ha aportado también a un aspecto central de la lucha: la defensa de la
autonomía de su pueblo, de su capacidad de organizarse, de decidir sus propias
autoridades y sus acciones. De este modo, ha crecido como sujeto político, como
pueblo en lucha. Cuando desde el poder se pretende manipular a los pueblos,
cuando en más de cinco siglos de colonialismo se ha pretendido anular la
capacidad de los movimientos indígenas como sujetos políticos, imponiéndoles
desde la esclavitud y la servidumbre hasta la más absoluta exclusión de los
derechos, la experiencia de las comunidades de COPINH muestra que el Ya Basta
de los pueblos originarios, no tiene vuelta atrás. La resistencia es también
creación de poder popular, de proyecto histórico.
La defensa de la autonomía, la cultura, la democratización y
los derechos del Pueblo Lenca de Opalaca, ha permitido realizar ejercicios de
soberanía, de rebeldía, de afirmación de la espiritualidad del pueblo lenca, y
de cuidado de sus tierras y territorios. La constitución del gobierno de
Opalaca como Alcaldía Legítima, ha recuperado los saberes y los poderes que
nacen de los ancestros mismos de su pueblo, amparados por el Convenio 169 y la
Declaración de la ONU sobre los Pueblos Indígenas, que nada respeta el Estado
hondureño. Desde esa autonomía se ha pronunciado el Pueblo Lenca en rechazo de
los proyectos que atentan contra los bienes de la naturaleza, como son la
privatización de ríos, la instalación de hidroeléctricas, la privatización de
los bosques, los proyectos de REDD, la explotación minera, etc..
Los pueblos indígenas, que han resistido la colonización, y
cuidado los territorios en los que viven, muestran una vez más su sabiduría y
su cuidado del mundo.
Y al mismo tiempo que cuida sus territorios, COPINH ha sabido
tejer lazos de solidaridad nacional e internacional con otros pueblos en lucha,
ha sabido multiplicar su palabra a través de radios comunitarias y de diversas
iniciativas de comunicación popular. Su voz ha llegado a distintos pueblos en
lucha, y nos han abrazado con su fuerza y claridad. La comunicación abierta
desde el COPINH y la solidaridad realizada, muestran que es posible encontrar
otras maneras de relacionarse, no mediadas por el mercado ni por los intereses
del poder. Relaciones de confianza y solidaridad, creadas y construidas desde
abajo, y a la izquierda.
4. Las
dificultades.
Creemos que las dificultades principales que atraviesa el
COPINH, en este momento en que realizan su debate asambleario, provienen del
desgaste provocado por la represión, el ahogo financiero, y la criminalización
mediática; y también por el difícil escenario político que se crea a partir de
las elecciones fraudulentas -legitimadas por quienes creyeron que desde ahí
podría modificarse la correlación de fuerzas-. En este contexto se ve necesario
avanzar en propuestas políticas y organizativas que ustedes han venido
construyendo, y que ayudarían a reafirmar el camino elegido como son: *
profundizar la búsqueda de unidad del pueblo lenca, como condición
indispensable para asumir los desafíos presentes y futuros; * aportar a
fortalecer la unidad de todo el pueblo hondureño, víctima de la represión más
brutal; * profundizar los procesos de democratización interna, a partir de
garantizar la participación de las comunidades en la toma de las decisiones
principales; * profundizar los procesos de formación interna, de educación
popular, de preparación de las comunidades, en las distintas exigencias de
análisis y propuesta que se presentan en las luchas; * profundizar las
articulaciones tanto nacionales como internacionales con otras comunidades y
organizaciones en lucha.
Estos aspectos no pueden ser resueltos sólo por COPINH. Necesitamos
fortalecer nuestras articulaciones políticas como movimientos en lucha, pasando
de solidaridades muchas veces realizadas en términos declarativos, para hacer
más efectiva nuestra presencia física y también nuestro apoyo material. Se
trata de poner el cuerpo en la solidaridad. Del encuentro de palabras y
acciones. Para ello les pedimos que entre los temas que analicen, se encuentre
también el de los caminos para reforzar nuestra solidaridad internacionalista
junto a ustedes, y para hacer más concreta y material la manera de apoyar las movilizaciones
del pueblo lenca.
5. Un
abrazo de esperanzas y sueños.
Hermanas y hermanos, con las palabras que tejemos en red,
aprendiendo de sus miradas, hemos escrito este tapiz que quisiéramos que los
envuelva como abrazo. Un extenso y cálido abrazo bordado de esperanzas y
sueños, de rebeldía y amistad sincera. Nosotras somos ustedes. Nosotros somos
ustedes. Nacimos en las luchas compartidas. En el río, en el bosque, en el
encuentro, en el deseo de hacer un mundo en el que todas y todos podamos
reconocernos, crear, creer, crecer y rehacernos las veces que sean necesarias.
Un mundo libre de transnacionales, de armas, de deudas, de proyectos de muerte,
de agresiones coloniales o patriarcales. La refundación de Honduras será
también, la refundación de Nuestra América.
Firmas:
Nora
Cortiñas. Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora
ADESS
Santa Marta, desde El Salvador
Centro
Martin Luther King Jr., desde Cuba
Collettivo
Italia Centro América
Grito
de los Excluidos Continental
Otros Mundos AC/COMPA México
Equipo
de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía, Argentina
Camille
Chalmers, Director Ejecutivo de PAPDA, Haití
Martha Flores,
Intipachamama. Nicaragua y Coordinadora regional, Jubileo Sur/Américas
Alba
Marconi, desde Italia
Beverly Keene,
Diálogo 2000-Jubileo Sur Argentina
Claudia
Korol, desde Argentina
Gerardo
Cerdas Vegas, desde Costa Rica
Liliana
Daunes, desde Argentina
Beverly
Bell- Estados Unidos