El Comandante Hugo Chávez siempre ha tenido con su pueblo una relación
de igual a igual. Responsable, apegada a la verdad, eludiendo
triunfalismos estériles pero también evitando caer en escepticismos
paralizantes. Desde aquellos días heroicos del levantamiento cívico
militar de febrero de 1992, cuando sentenció el "...por ahora..." hasta
la actitud valiente gestada en pleno golpe gorila, cuando se plantó en
La Orchila ante sus captores que lo intentaban asesinar, y no dio el
brazo a torcer defendiendo hasta las últimas circunstancias el mandato
otorgado por el bravo pueblo en las urnas.
Ayer, en Caracas, ese nivel de responsabilidad y compromiso volvió a
patentizarse en un gesto de dramática sinceridad: ser claro con quienes
esperan todo de él, y contundente con el momento que se afronta. Dijo
Chávez: "Si se presentara alguna circunstancia sobrevenida que a mí me
inhabilite para continuar al frente de la presidencia de la República y
sobre todo para asumir el nuevo período; repito, si algo ocurriera que
me inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro debe concluir el
período. En ese escenario que debería convocar a elecciones
presidenciales, les pido desde mi corazón que elijan a Nicolás Maduro
como presidente Constitucional de la República".
Desde su perfil gigantesco de estadista latinoamericano y del Tercer
Mundo todo, nos está diciendo el Comandante que la única verdad es la
realidad, y que cuando alguien como él carga sobre sus espaldas la tarea
de gobernar para millones, debe tenerlo todo previsto. Ni más ni menos.
Pero eso no significa que un líder revolucionario, con todo lo que él
representa, se entregue fácilmente. El Comandante va a dar batalla, como
lo hizo siempre, y esto lo deben tener muy en cuenta sus enemigos -que
son los nuestros- en Venezuela y en ese mundo influenciado por el
imperialismo y el capitalismo.
Que nadie se equivoque ni intente desestabilización alguna, aprovechando
un momento difícil pero no definitivo. Lo único que vence al tiempo, es
la organización y en Venezuela Bolivariana hay suficiente pueblo
organizado y consciente, dispuesto a evitar que la derecha fascista se
vea tentada a una maniobra que resultará estéril.
Por todo esto, los abajo firmantes declaramos:
Estamos con Chávez porque representa la unidad latinoamericana antiimperialista.
Estamos con Chávez porque nadie jamás hizo tanto por los humildes y condenados de la tierra, en tan poco tiempo.
Estamos con Chávez en las buenas y en las malas, porque su liderazgo nos
convoca a seguir caminando hacia la segunda y definitiva independencia.
Estamos con Chávez y nos movilizaremos junto a ese pueblo bolivariano
que lo defiende, porque los pueblos latinoamericanos siempre han
demostrado ser generosos con quienes le han jurado lealtad, fidelidad,
patriotismo.
Comandante, con Usted y el pueblo bolivariano de Venezuela y el continente decimos:
¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA!
¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
Buenos Aires, 9 de diciembre 2012
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