viernes, 25 de julio de 2014

Cuentan los pueblos que viven por el río..... de Melissa Cardoza

Cuentan los pueblos que viven por el río:
La lucha del COPINH en  contra de  la represa sobre el río Gualcarque-Honduras”.
Melissa Cardoza[1]

En memoria de Paula y Tomás de la comunidad de Río Blanco, mártires de su lucha

Contando historias, los seres humanos entendemos y vamos hilando nuestras vidas o las deshilamos para volver a empezar.
En Honduras, país donde ir a la escuela o poner atención a los medios de información es refuncionalizar la ignorancia nacional como estrategia de dominio  y extender la subordinación como un manto de vergüenza sobre todas nosotras,  son los cuentos fuera de las instituciones los que nos alumbran los pasos. La historia oficial es el relato único, blanqueado, insípido, machista y eficaz con el que dormita el pueblo de Honduras. Esa historia se acompaña de himnos nacionales, de colores y fiestas patrióticas, de fechas absurdas y personajes masculinos racializados según la necesidad, pocas veces indígenas, casi nunca negros.
Los cuentos de los pueblos se transmiten bajo pinos y robles; en grupos que se juntan en las milpas, cañales, pulperías, cantinas,  alrededor de focos de mano o fogatas,  bajo los aleros de las casas comunales, ermitas, escuelas, capillas; en las cocinas que huelen a café y maíz, en la ocupación de la tierra, en la asamblea junto al río y en la fiesta local.  Ahí donde hay niñas y ancianos, hombres y jovencitas, mujeres que saben si va a llover o si está barato el tomate y dónde se puede refugiar la vida cuando la alcanza la violencia tan cotidiana para ellas. Estas historias se narran en las comunidades que hacen crecer las hijas, el maíz oscuro y los ayotes. En los barrios donde se protege la esperanza y resuenan las balas asesinas como sonido de películas que una quisiera no fueran ciertas. En todos los lugares donde suceden las lluvias y las noches estrelladas, ahí donde los soles pasan y se construyen las resistencias  a contramano de lo permitido.
Esos cuentos son los que hacen posible las luchas colectivas, las mantienen lejos del olvido. Esas historias son mundos hechos, haciéndose y por imaginar, que viven de maíz, de sal, de deudas impagables, de amores diversos  y de sangre de gente que se juega la vida por su lucha que es por la vida.
Esta historia que narro es recuperada de las gentes que la hacen y no de libros que no existen. Es sobre una resistencia en particular, en una comunidad  indígena del pueblo Lenca, cruzada en su territorio y emoción por el río Gualcarque, enorme y poderoso que atraviesa los siglos desde antes   que vinieran ellos  y que se ha convertido en objeto de avaricia de empresas nacionales y transnacionales para la producción de energía eléctrica que pretenden vender a buenos precios para sus millonarias  ganancias.
La historia sucede ahora. Está ocurriendo mientras leen este texto porque aún no se han concluido  ahí todas las jornadas. La comunidad de Río Blanco, Intibucá, tiene años en esta lucha, pero este texto se reduce a contar algunas de las lecciones que hemos aprendido desde el primero de abril del año 2013, cuando bajo un roble, llamado colectivamente  “El Roblón”, cientos de personas decidieron hacer una toma, ejercicios de autonomía y control territorial y evitar que su río fuera apresado y su voluntad común secuestrada.  De eso hace ya más de un año.
Agradezco las palabras, el tiempo, las tortillas y sonrisas de Munda y su familia, de Chico y sus compañeros y compañeras de lucha, de Gloria y su modo de entender cómo se debe luchar y ganar, todas allá en la montaña rodeadas de asesinos y solidaridades.
Mi reconocimiento feminista y cariño profundo a Berta Cáceres,[2] coordinadora nacional del COPINH, que con su inclaudicable cabellera, palabra y acción rebelde nos inspira; y a quien ningún macho puede ya detener.
Este país
Se llama Honduras aunque pareciera impensable llamarse de ese modo, y es corazón geográfico de Centroamérica. Está en el centro de la región, es pequeño y lleno de bienes naturales lo cual le hace particularmente desgraciado ante los poderes neocoloniales: tiene costas, bosques, tierras, territorios, minerales, personas trabajadoras y petróleo. Su historia está marcada por ocupaciones de suelo, cuerpos,  mentes. En tiempos de la invasión española fue, al igual que otros, tierra de disputa colonial, suelo de batallas de resistencias indígenas que fueron perdedoras, pero que ahí continúan. Mestizado a fuerza de muerte, tiempo y programas escolares, en su territorio viven pueblos indígenas, garífunas, negros y mezclas de ellos con herencias españolas, sefarditas, turcas, asiáticas. 
Sumisos sus gobiernos ante los imperios que dictaron impuestos y modos de vida desde que las costas fueron acercadas a la vieja Europa gracias a barcos, espadas y santos. País tributario de la corona española que tuvo en la Capitanía de Guatemala su representación más cercana, tributario del imperio mexicano que alcanzó las costas del país por un tiempo breve,  pero importante históricamente.  Breves periodos colectivos dignos se asoman en su existencia,   proyectos que como la patria grande de Francisco Morazán , aliento independista y centroamericanista son sueños borrados por la historia oficial,  y que se van despertando cada tanto entre mucha de la necia gente de esta tierra que insiste en resistir,  pese a la más espantosa violencia de este siglo que lo hace hoy mismo el país con más  homicidios en el mundo.
Atribulado hasta más no poder por la explotación sistemática de patrones criollos, gachupines y norteamericanos sobre el pueblo trabajador,  el estado de Honduras, como lo son casi todos,  fue   una estructura colonial organizada para rendir beneficios a sus dueños bilingües, con enormes ganancias colaterales a gobernantes, diputados, empresarios,  políticos de oficio, diplomáticos y ricos de tradición corrupta. Lo sigue siendo. El periodo reformista del país que dio inicio a lo que se supone constituirían los proyectos nacionales de estas tierras centroamericanas  fue sostenido a partir de la explotación de minerales por grandes empresas norteamericanas, (aunque la historia de la extracción data del siglo XVI), y la concesión de préstamos para un ferrocarril que nunca llegó. Desde entonces los bancos europeos y norteamericanos saben lo eficiente que son los intereses para acrecentar el dinero y lo barato que resulta comprar políticos y funcionarios públicos hondureños. 
En los años 20 del siglo pasado, Honduras fue básicamente “desarrollada” como una finca bananera de la United Fruit COmpany, UFCo, dueña y señora de quienes repartían los poderes y sus beneficios no sólo aquí sino en la región, y también ejecutaban la violencia  contra  disidentes que organizaron sus oficios bajo pólvora, cárcel y exilio. Este desarrollismo siempre convivió con una enorme cultura campesina con tintes feudales que fuera herencia española de la encomienda donde los terratenientes podían, como aún lo hacen, poseer tierras, bienes naturales y mujeres por igual. 
La combinación empresas transnacionales, hombres en armas, deudas externas,  políticos corruptos y pueblo explotado es  histórica en la narración de este territorio. Ahora con el agregado del narcotráfico y sus dinámicas delincuenciales que encajan de manera apropiada en la realidad nacional.
Así, más o menos, siguen siendo las coordenadas de esta nación.
Del otro lado un pueblo trabajador y explotado, empobrecido hasta la ignominia, envuelto en olas de violencia entre sí, con un odio tan grande que se estrella sobre los cuerpos de las mujeres que son asesinadas en cantidades epidémicas (un femicidio cada 14 horas)  un pueblo poco organizado para adentro, solidario con las causas de lucha regional, mediatizado por autoridades religiosas que se multiplican como los virus, sostenido colosalmente por su propia capacidad para sustentar la vida  donde las mujeres son las protagonistas invisibilizadas por excelencia,  y con proyectos colectivos de difícil construcción por una cultura emocional y política basada en la desconfianza hacia los propios y la subordinación a los ajenos. Sin embargo, un pueblo con repetidos y dignos intentos por sacudir la opresión y  con algunas gestas que son  orgullo popular como la gran huelga bananera de 1954 que generó condiciones laborales dignas para la clase trabajadora, y en los últimos tiempos la movilización nacional llamada Resistencia Popular que inicia como una fuerza contra el golpe de estado del año 2009[3], pero que se plantea la Refundación Nacional como horizonte utópico, entendida con todas sus palabras como un proceso que pretende la descolonización del país a favor de su pueblo. 
Lo que ahora llamamos neoliberalismo, otro nombre para ese colonialismo continuado,  arremetió después de ese golpe de estado que tuvo como  propósito permitir sin tapujos la venta, alquiler o regalo de esta geografía a las empresas multinacionales. En ese reparto las más beneficiadas son las empresas extractivas, en todas sus versiones, y los megaproyectos de todo cuño, asociadas a los poderes que en Honduras se basan en la riqueza y la impunidad y son siempre las mismas pocas familias[4]. Para hacer eso posible los marcos legales se fueron alejando brutalmente de la mínima justicia hacia las personas, y permitieron alfombrar el paso de los representantes de las corporaciones que pueden gozar legalmente de todas las prebendas, facilidades, permisos y ganancias inimaginables. Iniciativas legales que dan pie a proyectos como las Ciudades Modelo, ahora llamadas Zonas Especiales de Desarrollo[5], que son territorios nacionales entregados a capitales foráneos  que funcionarían como otro estado dentro de Honduras  con leyes, policías, estructuras jurídicas y laborales autónomas, ilustran el uso y abuso de  lo jurídico contra la gente del país.  
En ese mismo tono encontramos que en el  actual reglamento de la Ley de Minería aprobada mediante Decreto Legislativo Número 238-2012, de fecha 23 de enero del 2013, publicada en “La Gaceta”, Diario Oficial de la República de fecha 2 de abril de 2013  se respalda al menos unas 280 concesiones mineras aprobadas por el régimen de Lobo Sosa[6], quien repite que es presidente porque dios así lo decidió, y que realiza esta acción en el marco de la controversial Ley de reconversión que permite a cualquier país o empresa quedarse con bienes estratégicos naturales a cambio de garantías por préstamos que serán puestos al servicio del pago de la exorbitante deuda interna de la nación. Otra información ilustrativa sobre el tema de las leyes contra los pueblos es que recientemente (mayo 2013) se aprobó la entrega de 35 mil kilómetros de plataforma continental para exploración y explotación petrolera a BG, empresa que no participó de licitación alguna. Esta aprobación fue hecha de inmediato en el congreso nacional tal como lo señalaba,  inclusive, la prensa derechista del país.[7]
En  el año 2011 se llevó a cabo en este país un evento internacional llamado Honduras is open for bussines, y se promovió con este nombre en inglés,  al cual asistieron empresarios de más de setenta países, entre ellos Carlos Slim, el multimillonario mexicano, y el expresidente Uribe de Colombia. En este foro se puso en venta y alquiler todos los sectores de la economía del país y gran parte de su territorio para refrendar lo que ahora estamos viviendo como escenario de los conflictos territoriales.  Se presentó como avance del régimen de Porfirio Lobo continuador del golpe de Estado, la  Ley de Empleo por Hora Decreto 354-2013  que es la iniciativa jurídica que ha colapsado las conquistas laborales del pueblo de Honduras,  pues es un mecanismo que facilita la sobreexplotación de la mano de obra, precariza los salarios, desplaza el empleo permanente con todas sus condiciones laborales mínimas, y permite la eliminación de la organización sindical.
Que cómo se amarra todo esto para que funcione sin que pareciera tener oposición, pues fortaleciendo el  proceso de militarización en todo el territorio nacional y usando a favor de las empresas los medios de comunicación y las iglesias para trabajar con la conciencia de la gente. Porque oposición sí que hay, y no poca.
Después del golpe de estado el país hizo un retroceso total en la protección de los mínimos derechos humanos, en el que los más amenazados son los prioritarios, el de la vida misma, la organización social y la libre expresión. Sobre esto último las empresas que se dedican a la información y comunicación masiva están en manos, ¡oh sorpresa¡ de las mismas  familias que son accionistas de bancos, negocios, socios de empresas transnacionales, dueños de equipos de fútbol y fieles de las mismas iglesias. El circuito se cierra entre pocos para que no haya demasiado reparto de utilidades. Y para bendecir estas alianzas se alzan ante la feligresía excesiva de Honduras, país donde abunda la desesperación, personajes emblemáticos como Evelio Reyes, pastor evangélico de la iglesia Vida Abundante, poderosa iglesia que congrega a los sectores más ricos del país y a los más pobres en espacios separados,  y el cardenal Oscar Rodríguez, uno de los favoritos del actual Papa.  Ambos, personajes políticos a favor de la oligarquía y sus poderes.
Con relación a la militarización, ésta se basa no sólo en las fuerzas regulares del ejército y la policía que se  han incrementado en los últimos años, sino en nuevas propuestas que acompañan las económicas: la policía militar que es un batallón élite creado recientemente con plenos poderes para actuar en las calles, blindada constitucionalmente el 7 de enero del 2014 en el Congreso Nacional por parte del actual presidente electo en las dudosas elecciones hondureñas. Este blindaje es tal debido a la gran oposición de muchos sectores políticos en contra de este cuerpo armado de plenos poderes,  agresivo, mezcla de policía y ejército, que se saca a la calle bajo el discurso de ofrecer seguridad al pueblo,  en un contexto en donde se criminalizan las luchas sociales y se incrementa la ofensiva neoliberal como nunca antes en la historia nacional.
Por otro lado las crecientes empresas de seguridad privada, dependientes y vinculadas a personajes militares y funcionarios de los regímenes constituyen numéricamente fuerzas mayoritarias ante los entes armados del Estado. Es obvio que  tales fuerzas son para cuidar los privilegios de sus dueños, y para evitar  las reacciones de reclamo, autodefensa y transformación de las relaciones de poder que han convertido a la gente de Honduras en un pueblo desesperado por la precariedad material y la represión. Estas fuerzas además funcionan combinadas como en el caso de Río Blanco.
Los lencas en Río Blanco
Doña Ceferina que ya tiene más de setenta años, dice que sus abuelos maternos nacieron aquí en  Río Blanco y que para entonces ya había gente en la comunidad, es decir que desde hace varios siglos esta población habita este territorio. Son pueblos lencas, aún cuando esta identidad ha sido casi totalmente arrancada desde hace mucho tiempo por la persecución de la cultura dominante. Los lencas, el pueblo indígena mayoritario cuando la invasión colonial  es una población ahora bastante mestizada y con pérdidas culturales importantes por ejemplo, su lengua. El lenca no existe como habla viva entre su gente.  Sin embargo, muchas otras características que son propias de esa cultura resisten, entre ellas la relación con los bienes de la naturaleza, la cosmovisión sobre el origen y cuido de las aguas y la tierra, las prácticas de la siembra, la medicina y la espiritualidad. Para el COPINH[8], la recuperación de prácticas ancestrales para construir comunidad, para resolver problemas y enfrentar la vida es un eje de su acción política. Hasta hace poco, ejercicios de comunión con la tierra y sus ciclos como la compostura de la madre tierra tenían que practicarse en la clandestinidad, y muchos líderes religiosos católicos y evangélicos condenaban  a sus practicantes llamándoles herejes, evidentemente las ideas sagradas indígena se oponen a las lógicas explotadoras del planeta. El racismo en estos casos es tan obvio que no necesita explicación. Mucha de la cultura hondureña está cruzada por comentarios, pensamientos y prácticas racistas más o menos sutiles y populares, personas de pueblos indígenas tratados como inferiores, y la de los pueblos negros como hipersexualizada y haragana.  Incluso, para líderes de movimientos sociales o partidos de la izquierda, el hecho de que un pueblo proteja sus ríos y territorios por razones de cosmovisión y espiritualidad contra una empresa transnacional que intenta generar energía hidroeléctrica es señal de atraso y falta de visión “progresista”.
Para los agentes armados que hostigan a la comunidad de Río Blanco la agresión racista les es muy fácil, ellos que son hombres oscuros y pobres igual que los otros, se ensañan particularmente con las mujeres a quienes llaman indias puercas, tostadas, muertas de hambre. A los hombres les llaman plumudos, tiraflechas, chucos, ignorantes. Hay que decir que una importante población que hace parte del ejército de Honduras proviene de estas comunidades porque es ahí donde regularmente se hacen los reclutamientos forzosos. Los Lencas de Intibucá, La Paz y Lempira han sido en un gran número parte del ejército, son conocidos por su valor y arrojo como soldados.
Esta lucha
Los miembros y miembras de las comunidades de la zona norte de Intibucá exige a la empresa DESA que retiren su maquinaria y la construcción dando el plazo de 72 horas ya que ha sido un proyecto impuesto sin la consulta libre, previa e informada y han incumplido acuerdos firmados entre el COPINH, las secretarías de estado y el presidente Lobo Sosa. Sí a la vida y no a las represas. ¿Están de acuerdo?síiiiiiiii(tomado de un video hecho en un teléfono móvil)
Podemos decir que con este ultimátum leído a personal de la empresa, nacionales y asiáticos, ahí bajo el sol y junto al que se volvería el mítico roblón como le llaman con familiaridad,  y en una asamblea popular se puso en conocimiento al público de la decisión de la toma indefinida que las comunidades hacían sobre su propio espacio, para evitar el paso de la maquinaria que represaría el río Gualcarque, cuando ya se habían construido las vías de acceso. Esta acción inició el día primero de abril del año 2013, el proyecto había dado inicio años antes haciendo mediciones y construcciones de planteles de viviendas y mantenimiento de maquinaria. La empresa DESA, Desarrollos Energéticos S.A., obtuvo la concesión el 2010 y  financiamiento de bancos importantes como el Banco Centroamericano de Integración Económica, BCIE, el Banco Mundial (se retiró del proyecto como producto de esta lucha) el hondureño FICOHSA[9], y los bancos europeos, FMO de capital holandés y FINFUND de Finlandia.
Desde el día de ese ultimátum y con una decisión implacable, han acompañado a esta toma muchas otras acciones que en muchos meses se han creado y recreado.  Todas enmarcadas en lo que llaman ejercicio autónomo y control territorial comunitario, pacífico y enérgico. La conducción de este movimiento está a cargo de mujeres, niños y niñas, hombres del COPINH que se mantienen en una dinámica organizativa de 24 horas por siete días a la semana, turnándose e informándose todo el tiempo.
Un día cualquiera, ahora hace ya mucho, un helicóptero rompió el rumor del río Gualcarque y la mirada de la comunidad que  observó las maniobras. Desde la altura lanzaron cintas de medición, y de a poco empezaron a aparecer marcas y postes en las cercanías del río  donde se allanarían los pasos de las maquinarias. La gente no sabía bien qué pasaba, la empresa no daba explicaciones, pero alguien dijo que ahí harían una represa.  Al inicio no sabían bien las implicaciones de un proyecto como ese ni en qué consistía, los empleados de la empresa no explicaban, pero sí afirmaron que construirían carreteras y pondrían cables para la electrificación. La empresa ofreció servicios de salud y mejoramiento de escuelas. Parecía bueno para un lugar donde no llegan las escasas políticas sociales del gobierno. Sin embargo, cuando la gente “despertó” y se dio cuenta de lo que era una represa, de lo que harían con el río y el territorio, cuando vio avanzar las máquinas enormes y además vivió la malicia de los empresarios que nunca hicieron nada que no fuera para su beneficio, se alzaron y decidieron no permitir más este proyecto o lo que es igual acabar con él definitivamente. La organización del movimiento que se manifestaba a través de comunicados estableció su rechazo a este proyecto porque privatiza el río y  "violenta nuestros derechos ancestrales, territoriales, culturales"[10]. En ningún momento se realizó ninguna consulta previa e informada requerida para estos proyectos bajo los lineamientos del convenio 169 de la OIT que ampara a los pueblos indígenas.
La organización comunitaria se fortaleció con cada gesto rebelde y encarnando los lineamientos del COPINH que se plantea como una organización de lucha contra el capitalismo, antipatriarcal y antirracista.  A la lucha se unieron todas las personas de la comunidad de la Tejera y de otras aledañas, pero algunas de ellas se retiraron según el agotamiento o los intereses políticos y financieros que cambiaron de mano. La empresa compró gente común, políticos y periodistas, y el miedo y el cansancio se hicieron cargo de otros. Sin embargo una gran cantidad de familias se siguen  que no permitirán represar el río, contaminar el aire y derrotar las milpas que volverán a crecer donde ahora hay material de asfalto. Para el pueblo Lenca los ríos no son apresables, están habitados por espíritus y son invaluables en el equilibrio de la vida. Son conscientes  de que las ganancias de esas empresas no tienen que ver con su forma de vida, que su descendencia vive de la tierra, el maicito y el agua del río, no de retroexcavadoras o cables de alta tensión.
Por esa razón y para sostener esta lucha la gente de Río Blanco sabe “hacerse un nudo”. Entre sus estrategias de resistencia están la siembra de  maíz colectivo, garantizar comida para toda la gente en lucha, tener asambleas permanentes donde se plantean y discuten decisiones hasta que son consensuadas, integrar con voz y acción a mujeres, hombres, niños y niñas de la comunidad y todos los movimientos sociales y personas que en solidaridad militante participan de sus espacios. Los copines y copinas, como se autonombran, actúan con decisión y en colectividad, con mecanismos de solidaridad entre sí, que es la manera que han encontrado  para “apartar el miedo”, son enérgicos y no negocian con la empresa, aún cuando ésta ha recurrido a intentos de soborno, ha utilizado a antiguos dirigentes de sus organizaciones para intentar convencerlos de que es una lucha perdida, y les han perseguido y asesinado. El sentido de pertenencia que tienen a su espacio territorial y tierra, a sus formas de sostenibilidad de la vida que viene de antes, con sus abuelos y que es para después con sus hijos e hijas, les hace plantearse morir ahí antes que dejar que las empresas destruyan sus territorios.
Al igual que en Río Blanco, en otros espacios del territorio se libran estas luchas, que son afincadas en la tierra y las aguas, la defensa del bosque, el subsuelo y los cuerpos de las mujeres como territorio de disputa contra el patriarcado femicida y neoliberal. A partir del proceso de Refundación que se ha planteado como la perspectiva política del movimiento social más progresista,  se han fortalecido estos movimientos territoriales como una de las maneras de construir lo que se llama el poder popular desde abajo aún cuando muchas veces participan de los procesos políticos electorales, las discusiones de las plataformas movimientistas de Honduras coinciden en que es urgente fortalecer las luchas territoriales y defender los bienes de la naturaleza para la gente, así como sus derechos humanos aunque no todos acuerdan que los de las mujeres sean prioritarios, especialmente en relación a la autonomía de su cuerpo. Así lo hacen los pueblos garífunas en la costa norte del país, a través de la Organización Fraternal Negra de Honduras, OFRANEH, como también el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ) en el tema minería,  y las organizaciones feministas que como la Colectiva de Mujeres Hondureñas CODEMUH, enfrenta a las transnacionales maquileras, sólo para mencionar algunas  de estas luchas nacionales.[11]
Los daños empresariales
La empresa DESA ofreció de todo como suele suceder en casos similares a éste que se multiplican por el territorio nacional  y más allá de Honduras, lo cual no cumplió en su mayoría, sí dotó de alguna instalación eléctrica a domicilios que estuvieron al paso de sus intereses.  Lo que sí hizo fue dañar tierras de cultivo, puentes y caminos, y el tejido comunitario ya fragilizado por misioneros y políticos  dividiendo a las personas con dinero, engaños retóricos o privilegios ridículos. Los daños más sentidos para la gente de Río Blanco han sido las pérdidas de Paula Gómez y Tomás García, la primera murió en un accidente de carro mientras iban a un recorrido de reconocimiento territorial con autoridades del ministerio de las etnias; el segundo a manos de un soldado del ejército hondureño. También murieron dos bebés, uno en el vientre de Paula y la otra en el de Rosalinda, accidentada en esa misma circunstancia. De la compañera y el compañero se recuerdan muchas características personales y familiares, pero sobre todo su lealtad con la lucha contra la represa, Paula contribuía con sus haceres en las movilizaciones y acciones comunes, en la hornilla que hicieron las mujeres para calentar tortillas bajo el roble con las que acompañan las horas y meses que han transcurrido en ese lugar; Tomás era también parte de los turnos diurnos y nocturnos que no han dejado pasar las máquinas para la represa y era auxiliar de la comunidad, una autoridad comunitaria. Él siempre estaba en el roblón, nos dicen, y hasta ahí llegaron muchas veces a ofrecerle dinero para que se fuera.  
El 15 de julio, día que mataron a Tomás, él estaba formando parte de una movilización hacia el plantel donde exigían dialogar con los representantes de la empresa DESA, pero no fueron recibidos si no por el ejército y la policía. Junto a Tomás, su hijo Alan, también fue herido, al igual que otros compañeros suyos. El responsable de su muerte es un oficial llamado Kevin, del Batallón de Ingenieros que se localiza en la ciudad de Siguatepeque en el departamento de Comayagua, cercano a este territorio. Este militar fue apresado pero ahora se encuentra en libertad.  Alan sobrevivió porque el cuerpo de su padre lo tiró al suelo, pero fue herido de gravedad.
También han intentado dañar judicialmente a líderes nacionales de la organización, y de hecho lo han logrado,  particularmente con  tres integrantes del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) que han sido acusados de graves delitos. Se trata de Tomás Gómez, Aureliano Molina y Berta Cáceres, quien ha declarado La persecución judicial es sólo una expresión de toda la persecución política en contra de COPINH y es una estrategia definida a nivel presidencial. Estamos conscientes de que con nuestra lucha, que es pacífica pero enérgica, nos enfrentamos a poderes grandes e influyentes[12]. En su caso se le acusa de portación ilegal de armas en perjuicio de la seguridad interna del Estado de Honduras y,  junto a sus dos compañeros, daños continuados, coacción y usurpación.  A ella le han dictado orden de captura, por lo tanto es perseguida política,  y a los dos hombres medidas sustitutivas que es un mecanismo legal para dictar algunas limitaciones como por ejemplo no acercarse al lugar de la lucha y tener que firmar un documento cada quincena en local de la policía. Igualmente se ha ordenado el desalojo a la toma de la comunidad. Los tres no pueden acercarse a la comunidad en resistencia a lo cual ellas y ellos responden: Doña Bertita las únicas armas que trae son las mantas del COPINH, en esta comunidad los que tienen armas están ahí en el plantel de DESA[13].  La lucha jurídica se está realizando con la defensa a cargo de abogados comprometidos con el movimiento, pero sobre todo con una enorme campaña de solidaridad que ha visibilizado la mentira y la injusticia de estos procedimientos judiciales. Una enorme campaña de desprestigio contra la organización y sus dirigentes ha sido estimulada por la empresa y acuerpada por enemigos políticos del COPINH que siembran desconfianzas entre movimientos y con relación a fuentes de financiación de la organización.
En el mes de noviembre del 2013, la policía vestida con pasamontañas y en un número de más de treinta entró a las casas y espacios domésticos de dirigentes del movimiento de Río Blanco. Encontraron a mujeres, niñas,  niños,  jóvenes, pues los hombres estaban trabajando, lo cual por supuesto sabían. Golpearon un hijo del líder, un niño de catorce años, decían a las pequeñas que iban a cortarles la cabeza y las manos a sus mamás. Relatan las víctimas, casi todas mujeres de la comunidad[14]:
 Vinieron encapuchados y con fusiles, con lanzagranadas y garrotes y se metieron a las casas buscando a Chico, donde está ese perro decían, y golpearon niños, dijeron que matarían a sus madres, y también a ellos
Me miraron y me apuntaron, ehhhh dije yo, si matan, mátenme
Le dijeron que no hiciera ni un gesto, que no se metieran con esos de la represa, y que no hicieran ni un gesto porque nosotros traemos orden de matar, ni un gesto.  
Le dijeron a los niños vaya niños con las manos para arriba. (…)cuando los niños no querían levantar las manos los encañonan. ..por eso los niños se asustaron, en la mente de ellos pensaban que ya me iban a matar
Le dijeron esta arma grande carga cien tiros y esta cincuenta dijeron, hacer una matazón aquí no cuesta, dijeron, llamar cien policías a Tegucigalpa no cuesta y hacer una gran matazón aquí.
Es que ellos están lo quieren asustar a uno porque uno está en la lucha, porque han dicho que casa a casa van a desalojar a la gente.  
El plantel de la empresa[15], puesto que está parada su labor, es ahora una base policial y militar, lo que muestra claramente que  tienen el suficiente poder en el país como para movilizar permanentemente y por muchos meses estos efectivos. En su espacio conviven policías, ejército y guardias privados de seguridad. De manera frecuente los guardias del plantel disparan al aire cuando la gente de la comunidad pasa cerca hacia sus trabajos, y mientras cualquier persona se baña en el río, en la proximidad de  sus construcciones,  permanece vigilada y apuntada con armas largas.    La hostilidad contra la gente de esta comunidad es permanente, intencionada y agresiva y es evidente desde que el transporte público se acerca a su territorio pues dos retenes policiales, por lo menos, hacen revisiones exhaustivas, piden documentos a quienes saben vive ahí y a quiénes se notan se movilizan en acompañamiento solidario. Es tal la situación de fragmentación social que hay dos buses en esa ruta, y uno de ellos no conduce a nadie que sea del movimiento de resistencia. Recientemente, una mujer dirigente del grupo, María, fue atacada por siete personas, emboscada camino a su casa y agredida con machete, en su defensa fueron su esposo y su hijo pequeño, ambos salieron heridos, al igual que María. Los y las atacantes son de la comunidad vecina.
Las respuestas
Como  respuesta a estas agresiones el COPINH, en un comunicado público “llama al Pueblo Lenca y demás Pueblos hermanos a redoblar la organización, la movilización, el control y levantamiento territorial, a la defensa y reivindicación de títulos legítimos del Pueblo Lenca, a la revitalización de nuestra espiritualidad ancestral y nuestras culturas vivas, a luchar contra todas las formas de dominación y violencia, a redoblar la unidad en acción, por la propuesta Refundacional, las resistencias múltiples y en diversidad y la articulación como tareas prioritarias para el movimiento indígena, negro, popular y antipatriarcal” Comunicado, diciembre, 2013.
La comunidad tiene muchos planes para este año que empieza. Pronto estarán construyendo un centro de capacitación donde desarrollar actividades organizadas de conciencia y movilización, donde recibir también a quienes llegamos a aprender de sus fuerzas y modos de resistir, y a contar los nuestros. Continúan sus procesos asamblearios, articulaciones nacionales, procesos de capacitación y comunicación, movilización y lucha jurídica. Y sobre todo, continúan sosteniéndose unas a otros en la vida diaria que hace posible sostener todo lo demás. Río Blanco es un ejemplo de lucha porque también ha hecho suya la autodefensa comunitaria en un contexto en el cual nuestros propios discursos de oposición tienen miedo a esta palabra y práctica. La gente de Río Blanco hace lo que es necesario y urgente: defender su vida que es el río, la tierra, la infancia y sabe que con los empresarios armados no se hará en mesas negociadoras con mediadores que tienen pagados sus salarios por las empresas. Su fuerza reside en el valor colectivo y la decisión, pero también en poner el cuerpo dispuesto a enfrentar la agresión con las herramientas de las que puedan disponer. Nos decía un entrevistado: “Mire, los soldados parecen valientes así armados, pero no lo son tanto, nosotros les hemos dicho, sí, ustedes nos pueden matar, pero tengan claro que ustedes también son gente y se pueden morir”. Cuando hay una amenaza de agresión tocan una pitoreta o trompeta de  plástico y en minutos se reúne una gran cantidad de personas, todas tienen su machete que es herramienta de trabajo y del cual no se separan, y juntos y juntas caminan con energía hasta donde puede estar la agresión, usan su voz, sus gritos lencas, y su paso firme.
 En los últimos años,  en muchos espacios políticos colectivos como el Frente Nacional de Resistencia Popular[16] se han buscado todos los  mecanismos para evitar el uso de la fuerza organizada contra los opresores y se ha consolidado un movimiento que se asume como no violento. Las feministas desde nuestros movimientos también hemos insistido en negar la guerra patriarcal como la vía para el cambio, en no darle razón ética, lo cual  es un eje crucial de nuestro movimiento;  sin embargo en ambos casos también nos encontramos con que hemos ido atestiguando el aumento de nuestras muertas,  llenándonos de impotencia, rabia y dolor por intentar razonar con asesinos la vida de nuestras compañeras y compañeros. Río Blanco es una escuela también por esta experiencia, no han matado a nadie, no han ido a amenazar a nadie y sin embargo tienen claro el derecho a defenderse, les parece natural y evidente, tal como lo establece hasta la retórica carta fundacional de las Naciones Unidas que seguramente no les interesa. La defensa ante la opresión y la agresión es legítima dice ese documento,  y Río Blanco nos muestra esa ruta cerrándole la boca a quienes piensan que tal ejercicio sólo se hace con las balas y con la violencia por horizonte ético.
Cuentan las gentes que el agua del Gualcarque es la vida de esa comunidad, pues da de beber a muchos seres y hace fértil la tierra. Pero además nos narran como en sus aguas residen las niñas espíritus que son  protectoras del pueblo Lenca junto a otros  animalitos, seres inanimados, ancestros encarnados o no que custodian la vida de sus comunidades con mucha armonía y sacralidad desde hace siglos; saben también que la vida es un acto de reciprocidad y el cuidado no puede llegar de un solo lado, que son responsables de esas niñas espíritus y de esos animalitos. La resistencia de Río Blanco es una lucha histórica para el pueblo de Honduras y para otros pueblos del mundo. Con sus acciones han logrado mantener fuera de circulación la acción depredadora de este proyecto y echaron del territorio a los funcionarios y empleados de SYNOHIDRO, empresa que sería la responsable de construir la represa, para los licitadores que son DESA. [17]  Dicha constructora al mes de enero del 2014 ha enviado una carta oficial notificando que sale definitivamente del proyecto. Igualmente el Banco Mundial financista fundador del proyecto ha expresado su retiro del mismo.
Repetimos que las armas de estos compañeros y compañeras son  una tremenda fuerza colectiva, una terquedad inamovible, la claridad de que les asiste la razón legítima e histórica de su pueblo y un valor a prueba de fusiles del ejército, pistolas de policías y sicarios, el atropello del sistema judicial que los criminaliza y persigue, y una alucinante campaña mediática.
Esta resistencia va a continuar hasta sacar el proyecto totalmente, sus máquinas, sus paramilitares y policías, sus empresarios y esbirros locales, porque bien aseguran: nosotras somos de aquí, los que se deben ir son ellos.

Fuentes citadas
 http://www.youtube.com/watch?v=KNj0FeGFhos#t=20
http://ofraneh.wordpress.com/
www.voselsoberano.com
Diarios hondureños La Prensa, El Heraldo, El Tiempo
Entrevistas personales y participación en acciones y asambleas del COPINH y el FNRP

 
 






[1] Escritora, feminista autónoma que hace parte de la resistencia hondureña y del movimiento feminista internacional. Integrante del colectivo Insurrectas Autónomas. melissacondesa@gmail.com

[2] Berta Cáceres es una de las más reconocidas dirigentas populares del país. Mujer lenca, feminista, luchadora de múltiples causas y coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH. Ha sido judicializada y perseguida, amenazada a muerte y vilipendiada en múltiples campañas de desprestigio. Sus enemigos pertenecen a las empresas transnacionales, órganos de represión del país, y patriarcas del movimiento popular de Honduras. Sus causas han sido sobreseídas y la solidaridad con sus luchas anticoloniales se extienden por el mundo.
[3] 28 de junio del 2009, golpe de estado contra Mel Zelaya, presidente constitucional. Organizado por los sectores oligárquicos, poderes judiciales y legislativo del gobierno y fuerzas armadas.  Animado y sin duda financiado por la derecha internacional.
[4]              Honduras, un país de cinco familias. El mundo. 28/11/09.   
[5] Las ciudades modelo o Regiones Especiales de Desarrollo declaradas inconstitucionales el 2012 gracias a la movilización popular,  son ahora conocidas como Zonas Especiales de Desarrollo, propuesta de sectores muy ricos de Honduras  y de otros países, aliados en un extraordinario invento que llaman Alianza público privada. Las ZEDE son una iniciativa empresarial privada que ha logrado modificar la Constitución de la República para su beneficio. Consiste en la entrega de la soberanía nacional para fines de libre albedrío de las empresas. Afecta principalmente los territorios de pueblos indígenas y negros, donde están los bienes más importantes: costas, ríos, bosques, paisajes naturales, a tal grado que llama la atención de organismos como La Comisión para la Erradicación del Racismo y Discriminación (CERD) de la ONU quien expresa su preocupación en el informe Honduras.  http://tbinternet.ohchr.org/_layouts/treatybodyexternal/Download.aspx?symbolno=CERD/C/HND/CO/1-5&Lang=Sp
[6] http://www.laprensa.hn/content/view/full/218595
[7]              La Prensa,  4 de Mayo de 2013. Congreso de Honduras aprueba a matacaballo contrato petrolero

[8]              El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, organización de lucha del pueblo lenca asentada en tres departamentos del país: La Paz, Intibucá y Lempira, su sede está en la ciudad de La Esperanza, en el occidente de Honduras, y su lucha se remonta a la resistencia de Lempira héroe nacional que enfrentó la ocupación española. Actualmente lucha contra lo que llaman todas las formas de coloniaje: neoliberal, patriarcal y racista.
[9] FICOHSA, Financiera Comercial Hondureña, el banco más grande del país a quién el Estado le debe una gran cantidad de dinero siendo sus máximos acreedores. La familia Atala que es la mayor accionista de este banco pertenece  a las diez familias más ricas del país y se les vincula al financiamiento del golpe de Estado según informaciones tomadas de la página web:  voselsoberano.com | Sábado 01 de Agosto de 2009 21:04
[10] Comunicado COPINH, 5 de abril 2013.
[11]             Me refiero especialmente a la recuperación de territorio ancestral garífuna en la comunidad de Vallecito, en lucha contra terratenientes de la palma africana y narcos. En el caso del MADJ es la organización de la comunidad de Nueva Esperanza en el departamento de Atlántida y las compañeras de la CODEMUH han logrado mejoramiento de condiciones de trabajo para mujeres de las maquilas, han ganado demanda laborales y han construido una red importante de organización feminista que atiende particularmente la situación de deterioro de salud producto de la actividad laboral y emancipación  para las mujeres, en muchos ámbitos de sus vidas. 
[12] Grabación personal  de radio, entrevista a Berta Cáceres, Radio Progreso, 4 de agosto 2013
[13] Entrevista realizada por la autora a doña Munda, diciembre 2013
[14] http://www.youtube.com/watch?v=KNj0FeGFhos#t=20
[15] Para ver imágenes del plantel y maravillosas fotos del río Gualcarque  ver la página de la empresa http://www.desa.hn/es/
[16] El FNRP fue una poderosa articulación de movimientos, fuerzas políticas de todo tipo, personas que se manifestaron contra el golpe de Estado del 2009 y se convirtió en una plataforma nacional de lucha antineoliberal, antipatriarcal y antirracista. Por razones de doble militancia con el partido LIBRE, en el que mucha gente de la resistencia se organizó, este espacio está casi desmovilizado.
[17]             SINOHYDRO es una empresa transnacional de China continental, una de las principales en la instalación de proyectos hidroeléctricos a nivel mundial y de extracción minera, que ha sido sancionada y suspendidos sus proyectos en diferentes países por la violación de derechos de trabajadores en sus empresas y por violar sistemáticamente los derechos de los pueblos indígenas como en Ecuador, Venezuela, Etiopía, Súdan y otros. (Comunicado COPINH, 2 de agosto 2013).