domingo, 1 de enero de 2017

Año nuevo, misma resistencia indígena, nuevas victorias.

El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras COPINH despide el año 2016 como uno de los años más dolorosos de nuestra historia de más de 23 años. El vil y aún impune asesinato de nuestra lideresa y coordinadora general, Berta Isabel Cáceres Flores nos duele profundamente. La huella que deja en nuestra organización y en el movimiento social y popular hondureño es imborrable y guiará siempre nuestras acciones de resistencia en contra de la dictadura reinante en la desangrada Honduras. El COPINH hace un llamado a mantener la fuerza y a enfrentar decididamente las dificultades que se avizoran en el año 2017, enmarcadas en el recrudecimiento de la opresión y la violencia producto de las aspiraciones de perpetuidad en el gobierno y las instituciones de la lacra oligárquica dirigida por Juan Hernández. 
 
Nuestra organización se compromete a allanar el camino para lograr las reivindicaciones que todo el pueblo hondureño exige junto a las demás organizaciones, que con voluntad real de resistencia y no de acomodo, quieran construir junto a nosotros y nosotras. Nuestros esfuerzos estarán dirigidos hacia la lucha inclaudicable en contra de la explotación del pueblo y la venta y el despojo de nuestros territorios. COPINH, fiel al legado de nuestra Berta, seguirá construyendo y proponiendo alternativas para el desarrollo de formas de vida digna, distintas a las penurias y humillaciones que nos ofrece el capitalismo, el racismo y el patriarcado. Por esta razón, llamamos a cesar en las calumnias y estigmatizaciones en contra de nuestra organización y nuestras comunidades Lencas. Debe entenderse que no aceptaremos jamás ningún tipo de imposición sobre nuestros territorios y nuestras comunidades. 
 
2017 debe ser el año de la reivindicación de Berta Cáceres y de la expulsión de todos aquellos proyectos asesinos e inconsultos que pretenden aprovecharse de nuestros bienes naturales para llenar los bolsillos de los mismos parásitos que desde hace más de 500 años padecemos. No creemos en las propuestas de desarrollo que dividen comunidades, niegan nuestra identidad, pisotean nuestros derechos y asesinan a nuestro pueblo. Creemos en decisiones sobre nuestros destinos y futuros tomadas por nuestras comunidades y para el beneficio real de nuestros hijos y nuestras hijas. Apostamos a la autonomía, a la convivencia armoniosa con nuestro entorno natural y a la construcción colectiva y liberadora de las comunidades. Llamamos a la reivindicación de la vida y lucha de Berta Cáceres en la resistencia constante, clara y eficaz en cada uno de nuestros corazones y de nuestros días, recordando con ella, a todos y todas quienes han dado su vida por la nuestra y por la humanidad.
 
¡Agua Zarca no pasará!
¡Los asesinos de Berta Cáceres no pasarán! ¡Los proyectos de muerte no pasarán! ¡Berta Cáceres Vive!
¡Con la fuerza ancestral de Berta, Iselaca, Lempira, Mota y Etempica se levantan nuestras voces llenas de vida, justicia, dignidad, libertad y paz! 
 
Dado a los 31 días de diciembre de 2016 en la Esperanza, Intibucá.